Diciembre 2013

Una vez más siento la necesidad de escribir. Siento honesto, el año pasado no tenía esa sensación/necesidad que tengo en este momento. Por un lado, es una sensación/necesidad de haber acumulado una diversidad de eventos que me hacen percibir que el tiempo avanzó. Han sucedido cosas que me permiten hoy tener la sensación de distancia, de haber vivido cosas que me dan longitud y percepción de retrospectiva.

Releyendo lo que escribí en Diciembre 2011, afirmo la conclusión que tengo hoy: en aquel entonces escribí que el fin del 2011 era el cierre de un ciclo de 10 años y precisé 10 aspectos por venir. El 2012 fue un profundizar esa vuelta de órbita con la muerte de mi madre y siento hoy cierre del 2013 y comienzo de 2014 que realmente volví a lo que escribí aquella vez y es en dónde estoy ahora.

Siempre he dicho que tenía 2 o 3 años de vida de diferencia entre mi edad biológica versus la social debido a los años que invertí hace tiempo en mis dilemas existenciales. Hoy día puedo decir que sumo 1 año más a esa cuenta de años en “blanco”. El año 2012 no existió para mí. Poco tiempo después de haber escrito esa reflexión de Diciembre 2011 mi mamá empeoró en su cáncer y tras un mes de agonía falleció en abril 4 días antes de su cumpleaños 56.

Tras su muerte todo el proceso de digerir su ausencia, me sumergió es un limbo espacio-temporal en donde me sentía reiniciado por dentro. Hubo un mezcla de sensaciones, vivencias, reflexiones, anécdotas, que honestamente todas ellas las puedo tratar de englobar en tratar de decir que sobrellevar esa experiencia es dejar que ella misma te viva. Que ella sea la que te guíe, te oriente, te lleve a los sitios, espacios, personas, yoes y formas de actuar que nazcan.

La verdad es que con el tiempo me di cuenta que la muerte de mi mamá me limpio por dentro. Limpieza que conllevó a una revisión de piel de toda mida vida, formas de reaccionar, prioridades, formas de pensar, sentir, gustos, aficiones, demonios, alegrías y formas de purgar mis peos. Fue una mezcla de tristeza, novedad, sin sabor de boca, nuevos sabores, limpieza por dentro, formateo, inercia, reconocimiento que las cosas que más me llenaban ya no lo hacían, pero al mismo tiempo mantenerme en automático con la rutina sin ninguna sensación o percepción de tiempo.

La verdad es que cuando tomé conciencia que me sentía mejor, tras una semana de vacaciones laborales, donde me dejé sumergir y llevar por lo que sentía, el año se acabó. Cuando me di cuenta era un “feliz año 2013”, cuando “ayer” estaba diciendo “se acabó el 2011, feliz 2012”. Honestamente, esa sensación de “pasó un año, que no sucedió”, me llevó a transcurrir el 2013 ideando que realizar, que retomar o que hacer. Sin percepción alguna de espacio/tiempo, este año que pasó me hizo darme cuenta que la revisión de mi vida venía de un “día ocho” que era un año cero.

Transcurridos estos 12 meses, me dio cuenta hoy, que tengo la sensación de haber pasado un año y al releer lo que dejé atrás hace dos años, siento que estoy en ese sendero. El año de la muerte de mi madre ha sido una profundización de esas cosas y que al final, he vuelto a ese sendero que dibuje en 10 aspectos que ha sido fruto de los años previos. Me pregunto ahora: ¿realmente uno cambio? ¿Acaso el ser no es más que una reafirmación de lo que uno es? Sabato siempre tuvo la razón: nada es casual. Sea cual sea la razón última, lo que resta de mi vida de ahora en adelante necesitaba que mi mamá no estuviera físicamente conmigo. Se abre el compás con mi padre, y en esta nueva etapa su presencia está y estará más viva/presente.

Hay muchas cosas ocultas entre los párrafos previos que espero evocarlos cuando relea esto en un futuro…y si, es grato volver a estas líneas tras el fin del mundo maya y ver que el mundo sigo igual, no pasó un coño…pero el que cambió fui yo.

Una vez más Luis está presente en su distancia, al darme cuenta que la principal conclusión de mi escrito previo fue: Ver en Luis el espejo futuro en donde la clave es la capacidad de resolver los problemas operativos y al mismo tiempo la construcción de un espacio familiar. Me alegra que Luis encontrara en Olga ese espacio que tanto anhelaba y próximamente su hijo/Victor estará entre nosotros. En mi vida, esas dos frases: capacidad para resolver problemas operativos y construcción del espacio familiar…si tengo que decir todo en una línea es eso y aquí dejo de escribir.

Grato haber vivido/cerrado el ciclo Dexter…en aquel entonces comenzando la 6° temporada, hoy día conocida la 7° y el final de ese personaje que me guio por muchos senderos. Hannah Mckey. Igualmente el Doctor Who, su enigma y el complejo de la chica imposible. Before Mindnight: pasar del amor romántico a la vida de pareja y ver en esta tercera entrega el paso de 18 años (1995 – 2013)

El resto de mis puntos previos los siento hoy como un gran aspecto en forma de abanico: soledad, amistades, familia, pareja, mudanza, etc., son simplemente parte del paquete operativo/construcción. Es indudable que el haber conocido a Paola fue el momento adecuado en donde estaba lo suficientemente avanzado en el post muerte de mi madre, pero al mismo tiempo llegando al límite de donde yo mismo podía avanzar a un ritmo personal.

Definitivamente, la segunda parte de este año de la mano de Paola, me he permitido llegar a dónde estoy ahora. Tras haberme sentido depurado por dentro y de haber probado y dejado atrás tantas cosas, la llegada de Paola puso en evidencia la tozudez y lo desvencijado que tenía mi mundo emocional. Tantos años sin una relación como la que comenzó con ella, me permitió revisar, depurar, lijar, barnizar, etc., esa pata de la mesa que no sabía que necesitaba cuidar y verdaderamente ella ha hecho que aflore en mi un conjunto de elementos y yoes, que necesitaba mirar, compartir con ella para poder estar hoy acá con esta sensación.

Me siento bien porque este año pude cerrar ciclos, terminar cosas y sentir que avanzaba (culminar el postgrado, defender la tesis, avanzar laboralmente, académicamente con las clases y el seminario, etc.) Quizá la principal inquietud o miedo hoy día, es que no sé si el combo operativo/construcción se desarrollarán sin mayores percances, porque a fin de cuenta son cosas que depende de mis propias capacidades. Pero en definitiva, será esta una etapa de 2 o 3 años antes que vea a Luis…no lo sé. Quizá el equivalente es que Paola podrá conocer a Luis en su viaje.

Hoy día siento que me he dado cuenta que había retomado el camino que dibujé en mi cierre previo, pero con mayor vivencia, certeza y convicción. Siempre viviré con la sensación de la “primera vez” sin mi mamá o las siguientes veces de mi rutina de vida sin ella. Hoy día la entiendo más porque ella hablaba poco de mi abuela, pero en sus últimas 3 semanas de vida mi mamá y yo compartimos tanto que pudimos hacer un buen balance, aprendizajes y vivencias de nuestras vidas, que en redundante decirlo, pero hasta mi último día la tendré presente aunque no sea en forma consciente.

En resumen: siento que dentro de mi hay un abismo del año que no existió y estoy reconociendo los puentes que lancé de lo que quedó de aquel lado del “Gran Cañon”, a este nuevo lado. Miro al frente y veo poca claridad, pero mucho espacio y oportunidades…de aquellas 10 líneas, reafirmó las mismas haciendo énfasis en la línea inicial: la clave es la capacidad de resolver los problemas operativos y al mismo tiempo la construcción de un espacio familiar.

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Diciembre 2011

El séptimo día comienza. Un año que comienza con una fecha capicúa 2-1-12 en la cual escribo y la visión de renacimiento de las profecías Maya ronda el ambiente. Será interesante leer de nuevo estas palabras en un año, ver que el mundo sigue igual y qué tanto he avanzado.

Lo más interesante de este año ha sido mirar en el espejo del pasado los rezagos de las sombras de una vida previa. Un año en donde el ciclo de 10 años ha dejado su mella. Recordando aquella metáfora de los viajes espaciales en donde las navas deben dar una órbita sobre un planeta y así tomar mayor impulso para llegar a su destino final.

La vida no es más que una espiral que se ensancha. Y este año sólo fue un giro orbital para un destino mayor. Un propósito que me platee en 2009 cuando viajé a Madrid-Londres. 2 años después vuelvo a viajar y he regresado a Madrid pero he alcanzado Liverpool, Manchester, Glasgow y Edimburgo. Un viaje de tres (3) semanas en donde sus paradas pusieron en evidencia tres (3) momentos, historias, anécdotas y aprendizajes.

Como dice la canción de Apocalyptica “I’m not strong enough to stay away”. Los encuentros de este año han sido sólo un mirar la superficie de este planeta del cual orbité hace años, como paso al siguiente. La gran conclusión de mi viaje ha sido:

1) Corroborar que las decisiones que tomé eran las acertadas. Qué paz sentí cuando pisé el aeropuerto de Barajas.

2) Ver en Luis el espejo futuro en donde la clave es la capacidad de resolver los problemas operativos y al mismo tiempo la construcción de un espacio familiar.

3) Reconocer el dark passenger el cual forma parte de nuestros múltiples yoes y quien tiene sus espacios delimitados y que cada vez más se hacen pequeños en la medida que nacen nuevos objetivos. A inicios del año Dexter 5° temporada y a finales del año la 6°.

4) Reconocer el nuevo tipo de soledad a la cual me acerco. Alejándome de esta órbita planetaria conocida, la oscuridad del espacio profundo me da la bienvenida y es una nueva forma de sentir la soledad, la cual tendrá la forma de un apartamento propio que me recibirá con los brazos abiertos de luces apagadas a la vuelta del trabajo…dos dedos de café en una taza dejada sobre la mesa.

5) La cara opuesta a esta realidad es el entorno familiar y de amistades. La necesidad de dar mayor cabida y espacio para la construcción relaciones cercanas.

6) La soledad de pareja entendida como un resultado de la necesidad de buscar objetivos superiores. No se trata de relaciones eventuales, las cuales habitan en las viejas formas conocidas de actuar, sino de apostar a un relación de larga data. Ver a Nicole luego de 10 años fue excelente. Recordarme a mí mismo en aquellos años, recordarla a ella, recordar el sentimiento y darme cuenta que sí es el camino que quiero recorrer, pero no es alguien de mi pasado.

7) Una vez más la conclusión es lograr el equilibrio de las diversas patas de la mesa. Un equilibrio que se sustenta en tener paciencia, fortaleza, determinación, constancia mental y capacidad operativa de responder.

8) Inicia una nueva fase de quizás al menos dure 2 o 3 años de los cuales, como le decía a Luis: si nos volvemos a ver y si no soy capaz de presentarte a mi esposa, pareja o por lo menos decir el divorcio fue así o estamos en esto o vivimos juntos y pasó aquello, no he aprendido.

9) Los 90’s no fueron el comienzo de una etapa, sino el comienzo del fin. Lo que ha quedado es simplemente una recopilación de eventos, vivencias, nombres y anécdotas. Al mejor estilo del film High Fidelity. Forma parte del equipaje que llevo y es una oda a lo que nos dejó Kurt Cobain. Un yo dentro de la colección que a fin de cuentas disfrutó haber ido al teatro para ver Vino la Reina.

10) Las cosas son tan sencillas y tan inocuas que entre cajas de mudanzas veo que las cosas ocupan un ligero espacio. Qué pasaría si la caja no sigue conmigo. Qué pasa si la caja se queda. Qué pasa si la caja se quema. Qué pasa si la caja la regalo. Qué pasa si… Historia de Cronopios y de Famas como diría el querido Cortázar. Son cosas que habitan en la piel (como diría Almodóvar), y que forman parte de nuestras células. Su distancia o pérdida evocan un llanto y nostalgia como cuando leí la noticia de que Ernesto Sabato había fallecido. Una historia vivida y compartida que puede continuar o no.

Me siento feliz. Ha sido un buen año entre las alzas y bajas mis seres más cercanos están allí y hemos reafirmado una vez más nuestra presencia en cada una de nuestras vidas.

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Father’s Gun

Hace un tiempo, a razón de la hasta ese momento trilogía de la saga de películas de Saw, reflexioné mucho sobre el personaje de Amanda y la frase del asesino: “cuál es la cura del cáncer, la misma que el propósito de la vida: la inmortalidad”.

Recuerdo aquellas esas líneas que escribí a razón del susurro del ayer.

Han pasado los años y una pequeña sensación aflora en mí ser, tras las acciones que he emprendido en los últimos meses.  Sabes que estas envejeciendo cuando entiendes mejor a tus padres. Simplemente porque te enfrentas a las misma situaciones en las cuales ellos han estado y te ves a ti mismo decidiendo con las herramientas que viste que ellos usaron o cuestionándolas o buscando una alternativa.

El anime High School of The Dead, ha sido un buen hallazgo. Dentro de un apocalipsis zombie, un grupo de estudiante de bachillerato, deben enfrentarse a lo imprevisto y tomar decisiones de adultos. La primera herramienta que usan para defenderse de la muerte es lo que aprendieron en casa y luego sus gustos, aficiones, personalidades moldean sus decisiones futuras.

En una cultura tan tradicional como la japonesa, el momento de quiebre del anime es cuando la sobrevivencia te confronta a lo más elemental de un adolescente: sus sentimientos, el amor, el placer y el sexo. Para luego verse frente a frente con sus padres, cuando encuentran a la familia, y decidir que deben continuar solos porque han superado la autoridad paterna.

En tantas formas la autoridad paterna se convierte en esa fuente de lecciones y referencias que afloran cada vez que miramos dentro del pensadero. En este racimo de recuerdos, entendí mejor un viejo aprendizaje de mi padre que no había entendido en su totalidad:

Siempre he dicho que aprendí a usar armas antes que montar una bicicleta. Ello fue gracias a mi padre, de quién irónicamente no aprendí usar una bici. Reflexionando sobre ambas acciones, algo que un niño espera compartir, que parece natural es un momento de ciclismo con su padre. En mi caso, compartí gran cantidad de fines de semana en un polígono de tiro.

Aunque suena como la ley de cambie un arma por un juguete, la verdad es que siempre dejé a mi reflexión entender el por qué esa acción de mi padre. Años después comprendí y sus palabras me dieron una respuesta del porqué de su acción: “eras un niño y tenía que enseñarte que un arma no era un juguete para que no te pasara nada”.

En su momento me pareció una respuesta lógica: cualquier niño juega con armas y para mí era normal usar la pistola del Nintendo y matar Patos jaja. De allí a transformar ese juego con un arma real era sólo la oportunidad. Por encima de todo ello, y es lo que ahora entiendo y agradezco, es que ese pequeño acto de enseñanza, me dio una herramienta que desconocía su origen:

Desde pequeño siempre mi padre se enfocó en enseñarme el valor de las responsabilidades. El pensar las cosas antes de hacerlas. A evaluar las cosas y los escenarios posibles antes de actuar. A buscar pensar en el mañana más que en el hoy. Y en última instancia, a ser consciente de que todas las decisiones, acciones que tomo me afectan y en especial a quienes me rodean.

La esencia de aprender a usar un arma no es cómo disparar, sino ser consciente del poder y la capacidad que tienes de hacer algo, y por ende, de la responsabilidad que implica.

Al parecer no todas las cosas se pueden tener y sobre todo aquellas que son excluyentes aunque no lo parezcan. Un arma o montar bicicleta. Responsabilidad o desarrollar una habilidad social. Ambos momentos de compartir con tu padre, pero en aquel entonces un paseo de bicicleta se veía mejor. Hoy día, el arma se ve como una mejor vivencia.

Más allá de la inmortalidad, de dejar un legado, de enseñar a otros, de aportar en acciones a la vida un valor superior… la sencillez de lograr que alguien aprenda y sea responsable de sus propios actos es haber encontrado la cura del cáncer…gracias papá.

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Diciembre 2010

El sexto día comienza. Ha pasado un año desde la última que escribí y esto es sólo algunas notas sueltas para el registro. (25/12/2010)

Siento que las palabras que hoy puedo expresar, no alcanzarían más allá de lo que he escrito estos dos últimos años. Una parte de mí siente que no hace falta escribir, pero le estoy haciendo caso a la otra parte que mueve mis dedos sobre el teclado.

¿Por qué no escribir? Sencillamente porque tal vez no tenga nada nuevo que decir a lo que he vivido y he plasmado en los últimos dos años. Releo los últimos cierres y siento como en mayor o menor medida, he esbozado el sentir con el que inicio este nuevo año. Quizás el problema hoy día es que sé lo que debo hacer, pero no sé cómo hacerlo. Por eso no me veo escribiendo, porque hoy de mis palabras no saldrán esos cómo.

Este período ha sido de transición y todo lo puedo resumir en una frase: un sentimiento. Lo único que tengo real en este momento son mis emociones y la necesidad de compartirlas, sentirlas y sentirme vivo con ellas.

Un sentir que comenzó en el 2008 cuando pude darle forma a los 2/3 grandes temas y sus anversos. Luego de esas palabras he tomado decisiones en pro de desarrollarlo, pero me ha sido difícil. Una dificultad que recae en tener la capacidad de contar con un yo social sobre el cual sedimentar las cosas.

Hace un año hablaba de una nueva etapa: estoy aquí. Esta noche mis conclusiones son más bien interrogantes. Fuera de toda elucubración, mi dilema es procedimental.  Hacer las cosas porque no las tienes o hacerlas porque es lo que quieres. Me cuestiono entre el ser, querer y deber. Lo único que parece ser lo más seguro es el sentimiento del anhelo de crear y construir. Construcción de hechos concretos que brinden autonomía.

La dificultad de enfrentar las cosas se han debido a la ausencia de fortaleza de mi yo social:

Enfrentar el cáncer de mi mamá ha sido difícil. A dos tiempos en el mismo instante: la vejez de mis padres y la autonomía de mis decisiones/responsabilidades…aceptar que ya soy adulto. Soy más frágil de lo que pensaba.

Retomar el contacto con Nicole, luego de 10 años, me puso frente a un espejo que había olvidado. Más allá de ver en su voz la esencia de mí que quedó impregnada en ella, me enfrentó a la realidad. ¿Cómo puedo ofrecerle a ella algo diferente a lo que le ofrecí hace 10 años, si no tengo algo nuevo que ofrecerme a mí mismo?

Inception me permitió cuestionarme. Más allá de volver a viejas formas, me dio una guía de cómo ver la estructuración de mis infiernos. Esa escena en donde Di Caprio se conduce por sus recuerdos encerrados en diferentes pisos que recorre en el ascensor: me condujo a mi propia mente a los diversos niveles de mí mismo. ¿Cómo plantar en mí mismo una idea que me permita dar el cambio? ¿Cómo recorrer mi subconsciente tras el hilo de Ariadna que me permita salir de mis laberintos?

Haber alcanzado mi meta de dar clases en la universidad. Fue un semestre hermoso compartiendo las clases con los chicos. Ver la capacidad de transformación: creación / destrucción que uno puedo generar en un tercero. Aprendí que tengo una forma de hacerlo y el curso de la pedagogía ignaciana me ofrece un camino más sólido, estructurado sobre el cuál aprender y desarrollarme. Quiero seguir aprendiendo dando clases.

Indudablemente mis hermanos han sido fuente de aprendizajes. De una u otra forma, todos estamos con el mismo sentir: El constante renacer de las cenizas de Luis. La autodestrucción de Nerio tras la muerte de su madre. La búsqueda artística de Jesús. La renuncia del Compadre. El autostop de Davis y el ansía de John por creer que hay algo más o nuevo.

Todos conscientes de que el reloj de arena ha girado y las manecillas marcan la verdad de nuestros pasados. Lo que eran nuestras promesas futuras son la evidencia de que el tiempo vivido era lo prometido. No hay vuelta atrás ni jardines de rosas. Sólo queda hacer las cosas y salir de my own prison. Necesito un guía de viaje hacia mi yo social.

 

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Diciembre 2009

Somos unos sepultureros que caminamos sobre lápidas del tiempo. Definitivamente esta frase que recuperé de mis viejos escritos cuando organicé Entre las Trabas de la Memoria es la que hoy me hace unión en este fin de año.

 

Nuevamente el ruido me satura y la realidad me oprime, cual bebé que recién ha comido y siente una tensión desconocida dentro de su cuerpo la cual culmina en un eructo celestial de liberación…las sombras me abrazan y vuelvo al papel a vomitar.

 

Retomo las palabras con las que escribí a razón de Dic. 2008 y me sonrió de la ironía de mi último párrafo…volví a España. A tan solo un mes de haber escrito aquellas palabras aposté a lo incierto y lo que fue en un principio la excusa para tachar la deuda del concierto de Metallica, terminó siendo un intentó formal y decidido de irme del país.

 

De una u otra forma, tenía que volver a España. Verme a mi mismo caminando esas calles 4 años atrás para verme ahora caminando las calles de Londres. Tantos meses para sentirme preparado para caminar unas calles que me eran familiares y me enfrento a la realidad mayor ante la cual me dirijo y volver a “casa” con la sensación de que no estoy listo aún y vomitar unas ideas en el vuelo de retorno en la bolsa de mareos.

 

Luis siempre tiene razón, lástima que sus predicciones son a varios años de mi momento actual y no siempre las veo tan claras… “jugando la Wii sin tener la consola”. Pero una vez más, no puedo ser quien soy sin haber hecho o dejado de hacer lo que ha pasado estos meses. No cambio, sólo me adapto a la situación actual…y cómo me ha costado. Pero una vez más la vieja pregunta vuelve a mis sueños ¿aún estoy a tiempo o el tren ya partió? ¿Estoy dando esta vuelta porque es la tengo que dar?, o por el contrario, realmente el momento se fue: ¿cuándo es la ocasión?…siempre o nunca.

 

Una vez más el dilema de John Connor: estoy tratando de detener el Día del Juicio Final o sólo estoy haciendo lo que debía hacer para sobrevivir a él. ¿Dónde está el espacio que limita esa línea? Siempre he sentido que nunca lo sabré hasta que tenga rato de haberla cruzado, pero pasan los años y siento que el universo gira a la par que uno y la realidad de los “estadios de vida” son una ficción mental en pro de entender cómo funciona realmente el tiempo.

 

Lo veo ahora como las atracciones de los parques de Walt Disney, en donde no sabes si eres tú el que se mueve o es el entorno. Sabes que los efectos de la pantalla o los lentes 3D te hacen sentir en vuelo, caída, corriendo, saltando, alguna explosión y sacudida del carrito te hace sentir que esa explosión fue real, pero al mismo tiempo estas quieto en el mismo lugar y cuando miras fuera del vehículo te das cuenta que estas en movimiento.

 

Al mejor estilo de las comiquitas de los Pica Piedras…el fondo siempre es el mismo, los personajes corren y se repite la secuencia de fondo pero cuando se detienen están en otro lugar y llegaron a donde estaban corriendo.  

 

El tiempo es una ficción que el cerebro no comprende: estamos caminando sobre un tapete que camina con uno, como correa giratoria que sigue su marcha cuando uno se detiene y no lo percibimos pero al mismo instante se detiene cuando caminamos. Veamos que nos trae Alicia en el País de Tim Burton. (poema Godot)  

 

Por un lado, me siento bien, porque siento que he podido saldar deudas juveniles. Aunque al mismo tiempo la vida adulta la siento a deshora y no preparado a un entorno el cual exige de mí horas de vuelo previos las cuales tengo en manual más no es simulador. La sensación de comenzar de cero me ha embargado desde que volví en julio.

 

En momentos como este me pregunto: ¿qué se supone que debe hacer en esto llamado vida? Me siento bien porque me estoy envenenando la cabeza con ideas como proyectos, planes, el básico manual social que todos terminan haciendo como una forma de darme impulsos a la cabina del simulador. No lo sé, pero me siento bien ahora, porque siento que la línea que separa la juventud de la adultez esta detrás de mí y cuando realmente tenga el palazo en la cabeza me será más fácil renunciar a mí.

 

A fin de cuentas: ¿qué queda aún de mí mismo por consumir? ¿Qué último vestigio me queda por surcar? Obviamente cada “etapa” es un instante para pulirse uno mismo…pero esos momentos que me quedan son verdaderos momentos o son los añadidos de la situación…puedo decir que he llegado a los más hondo de mi ser como para sentirme bien a partir del momento en que me tenga que “matar” para vivir socialmente.

 

¿Aún me quedan espacios esenciales por recorrer por los cuales debo caminar?…. no lo sé, lo único que siento ahora es que todo esto se traduce en un lento morir y no en un sonoro disparo que fulmine todo en un instante como solía pensar…la paciencia y la fortaleza son las virtudes claves.  

 

Reflexionando un poco, ¿esa pequeña delgada línea roja cómo se maneja?…hasta qué punto la mayoría de las personas cruzan la adultez con su juventud delineada. Realmente es bueno tener los anhelos rebeldes sentidos y vividos. No sé si he colmado mi copa y puedo ahora vaciarla para llenarla de nuevo. Lo único que sé es que hasta ahora todo lo que me propongo lo logro y aunque antes pensaba que no había problemas o costos…el tiempo se ha encargado de hacérmelo ver.

 

Honestamente siento esa línea partirme el cráneo y hacerme llorar al verme a mí mismo caminando por Londres en el “Postman’s Park” grabando el video de la escena de “Closer” y la célebre placa de Alice Ayres…o sentirme vivo y muerto caminando las calles de Viena y París de la mano de Ethan y Julie en “Before Sunrise” – “Before Sunset”.

 

Me sentí tan identificado en ver por última vez la historia del final al comienzo…me siento tan cerca de la segunda parte 9 años después en París y decirme estuve ahí pero no llegaste, para luego verme a mí mismo en el tren solo descubriendo que ella existe y pasando la noche juntos en Viena. Lo único que me alegra en este momento que escribo, es que como siempre he dicho, cada situación amorosa ha sido la equivocada, la última y la primera a la vez…simplemente el “error” del momento hasta que me demuestre que no lo era.

 

Si todo lo que he dicho es así…y ahora me doy cuenta que este cierre de año es más un comienzo profundo por la cantidad de especulaciones que vuelan sobre mi “wondering alone”.

 

La otra cara de la moneda de los 2/3 grandes temas que escribí el año pasado, son los nuevos demonios a los cuales debo enfrentar y que la experiencia del famoso carro que compartir esa noche con Nerio y John me da una idea.

 

Como le escribí a Luis por mail. La vida me está diciendo "sip, tienes razón es para allá pero el paso será un salto de golpe como montarte en el carro apostando a ciegas; “but there is a catch” nunca sabrás si el carro es el que es, así que juzga bien antes de subirte…no tomes decisiones apresurado". La pregunta es ¿¿cómo coño se hace eso??

 

Reflexión 2: fue una bofetada para que abriera los ojos y esté más atento a los signos y estar claro de lo que quieres para escoger bien el carro. Lo que vive esa noche fue un demo.

 

Anversos de la moneda del año pasado:

         Realidad: un motivo ajeno a mí que lance la piedra de la Rayuela.

         Pareja/Afecto: apostar a ciegas

         Marketing Social: construir un yo social.

 

Lo que en este momento me hace sentir bien es que no he dicho nada nuevo de lo que ya sé, pero al mismo tiempo me hace sentir mal que en 12 meses que han pasado sólo he confirmado aún más mi ser. Sentirme vivo en cada una de las películas o canciones que acompañaron mi caminar estos meses…estar en el concierto de Metallica o en el de Epica, viendo en el teatro a Jude Law como Hamlet en Londres o simplemente bajando de internet alguna canción que me hace sentir…pero indudablemente una vez más confirmé que soy El Extranjero tal como reza la letra de la canción de Enrique Bunbury.  


Una barca en el puerto me espera

no se donde me ha de llevar

no ando buscando grandeza

solo esta tristeza deseo curar

 

Me marcho y no pienso en la vuelta

tampoco me apena lo que…… dejo atrás

sólo se que lo que me queda

en un solo bolsillo, lo puedo llevar.

 

Me siento en casa en America

en Antigua quisiera morir,

parecido me ocurre con Africa,

Asilah, Essaouira y el Ritz.

 

Pero allá donde voy,

me llaman el extranjero

donde quiera que estoy,

el extranjero me siento.

 

Tambien extraño en mi tierra

aunque la quiera de verdad

pero mi corazón me aconseja,

los nacionalismos que miedo me dan.

 

Ni patria ni bandera

ni raza ni condición

ni limites ni fronteras

extranjero soy!!!

 

Porque allá donde voy

me llaman el extranjero

donde quiera que estoy

el extranjero me siento

porque allá donde voy

me llaman el extranjero…

 

En resumidas cuentas, realmente he aprendido a no ser yo mismo 24/7 pero aún no soy otro fuera de los espacios que me he dejado. Y este es la gran verdad que siento en esto momento al reflexionar días posteriores de haber escrito estas líneas.

 

Tal vez sea un tema de mi “manía” de buscar la numerología, simbolismo, puntos de corte, de vibración de cuerda, estadios, etapas, curvas dentro de la espiral, simetría dentro del caos o otros nombres que he aprendido en el camino…Pero al iniciar esta década siento que realmente el 2010 es el inicio de mi tercera década de vida.

 

Repensando las cosas me he dado cuenta que en estos años he dejado atrás dos etapa:

 

1.- Un primer momento, en donde mis energías (decisiones, personas, vivencias, atajos, errores, aciertos, etc, etc) estuvieron enfocadas hacia la necesidad de “largarme de aquí”. Pero mientras más vivía el sabor de boca del suicidio fui descubriendo motivos por los cuales no debía hacerlo. Ello se tradujo en años de batallas hasta que entendí que esa no era la respuesta y determinó el momento de la segunda etapa que vivía en paralelo

 

2.- Ahora que sé que no puedo “largarme de aquí”, ¿por qué debo hacerlo aquí?, así que “me voy del país”. Todas mis energías se enfocaron a ese objetivo y nuevamente surgió la batalla cuando descubría los motivos por los cuales debía quedarme en el país. En este momento veo la puesta de sol de estas dos etapas y tengo esta sensación de inicio de una nueva etapa en donde estoy diciendo “estoy aquí”

 

3.- Tengo algunos flash de lo que implica esta nueva etapa, pero la base de mi dilema actual con el que comienzo el 2010 es saber que me estoy obligando; cual Mafalda a comer la sopa, porque inexorablemente debo terminarla, y comenzar con los vegetales.

 

Lo más que gusta de esta conclusión, es que una vez más confirmé quién soy y cuales son mis hilos con la realidad y el por qué hago o dejo de hacer las cosas. Y de que todas todas, las frases de mi epitafio y que serán mis acompañantes en la lápida son estas con las que siempre me he dado coñazos y les termino dando la razón: 

 

Arthur Rimbaud “La vida es la farsa que todos debemos representar”

Albert Camus “No hay amor a la vida sin desesperación de vivir”  

 

Continúo mi marcha "Entre las Trabas de la Memoria": quinto día y la tercera década comienza.

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Diciembre 2008 (2-1-09)

Honestamente, sólo siento cosas fluir por mi cuerpo que toman forma de palabras y la necesidad de vomitarlo me hace estar aquí de nuevo. (22-11-08)

 

En los últimos años, siempre que he escrito ha sido en el fin de año, en donde he sentido que culmina una etapa. La verdad es que este período o sentimiento comenzó cuando regresé de Argentina. Un sentimiento que unos llamaron 2008 y que para mí comenzó en un instante llamado febrero a un tiempo figurado como 30 años de vida.

 

En los últimos tiempos, he sentido que lo que he vivido ha sido mucho más que sólo 12 meses… al fin y al cabo, quién dijo que un día tiene 24 horas y que un año tiene 365 días. Cada vez más me siento envuelto en la curva de la sensación más que en la tensión que nos imprimen el sol y la luna con sus ciclos…pero cada vez más soy más sensible a los cambios de estaciones, períodos lunares, equinoccios y solsticios. Siento como me embarga una multitud de cosas que cuando miro atrás fue sólo ayer. Como dijo Cortázar en “Las Armas Secretas”: “tocaron la puerta de mi casa, bajé las escaleras y era domingo”… “esto lo estoy tocando mañana”.

 

No sé si esto es el comienzo del fin del período o es sólo un momento breve para poner orden. Me siento extraño haciendo esto, pero es lo que siento que debo hacer. En unas semanas vendrá de nuevo Luis y creo que su llegada me traerá un par de cosas en las debo prestar atención y a partir de las cuales me permitirán dar conclusiones. Este año ha sido full extraño…ha sido el más corto que he vivido (febrero hasta hoy noviembre) que no sé si terminó, estoy a la mitad o qué debe ser.

 

Siento en este instante tres cosas que se mezclan, se tuercen y luchan por conjugarse. Mi regreso de Buenos Aires fue precedido por las 7 Eras del Rock, la obra de teatro Kurt Cobain y el concierto de R.E.M…no, aún no es el cierre…trato de recordar las cosas que han pasado y hay tantas que sólo me estoy dejando llevar por las más relevantes. (María Gabriela, Corina, Mindshare…las películas…etc.…etc.)

 

Fuera de todo, el regreso de Luis es un punto más de reflexión ante el cual me cuestión. Han pasado 13 años desde que nos conocimos y aún seguimos ahí. Siendo franco, el día que sintamos que el otro no nos confrontará o confortará, hasta ese día sabremos del otro. La verdad siempre ha sido esa. Más allá de las vivencias, anécdotas, sentimientos compartidos…todo ha sido los instantes de confrontarnos y confortarnos.

 

Con esta certeza en mente, recobra sentido la gran pregunta… ¿habremos llegado? Nos confrontamos porque no estamos cerca o nos estamos confortando porque llegamos, no hay nada y nos toca “seguir”. Me veo a mí mismo en el concierto de R.E.M viendo a Michael Stipe a sus 48 años, yo con 30 y si Kurt estuviese vivo tendría 41. Tres instantes de vida, tres momentos del universo y lo único que nos separa es la geografía…no somos nada.

 

Viendo de nuevo el capítulo de las Eras “Rock Alternativo”, escuchando las palabras de Michael Stipe sobre Kurt, lo que significó la relación que tuvieron, su amistad, su música…recordar haberlo visto a pocos metros de mí sobre una tarima…realmente Stipe hizo lo que estuvo a su alcance para ayudar a Kurt, pero como puedes darle la mano a alguien que ha decidido cruzar la última frontera. Stipe sólo le ofreció confort a Kurt cuando él lo que necesitaba era confrontación…pero cómo te vuelves espejo ante alguien que ha decidido autodestruirse. Cuál es el otro nivel más allá del suicidio que te permite darle luz a alguien. Al final, todo sigue siendo una carrera de relevos, pasando el testigo a quién continúa.

 

Sentir de nuevo mi ser agujereado gracias a los personajes de la obra de teatro. Verme a mí mismo en tres pedazos diciendo las líneas…me hizo sentirme como Sabato en “Abbaddon El Exterminador” torturado en sus pesadillas por sus propios personajes literarios y viendo salir de entre las llamas a Alejandra. Han sido tres instantes en dónde me he visto a mí mismo tal como soy y he cerrado espacios. Como no volver a llorar en la obra de teatro, en el concierto de R.E.M o cuando vuelvo a ver el capítulo de las Eras del Rock.

 

Más allá de mí mismo, es una forma extraña que toma todo y saber que no hay nada que hacer y que siempre tuve razón…cuando Kurt murió se lo llevó todo…pero veo a Stipe en el escenario como si tuviera 20 de nuevo sintiendo cada instante. CONFORTARSE VS. CONFRONTRASE. Después de todo es “La Delgada Línea Roja” sobre la cual he vivido siempre y de la cual ahora sé que nunca me he bajado… ¿cómo puedo bajarme? ¿Es posible? ¿Hay algo más allá? Es simplemente dar un paso, como bajarme de un barco en el muelle de la otra orilla.

 

Desde que compre el diario de Kurt sólo he podido leer las dos primeras páginas y no he podido seguir…sé lo que está ahí. Sé a dónde conducen esas páginas y las he entendido muy bien al punto de verlas fielmente plasmadas en la obra de teatro culminando en la escena final, en donde la escopeta quedó apuntando hacia mí mientras el diálogo final cerraba las luces más y más entre la certeza de todo. Decidir si te matas o simplemente continúas porque ya tienes 30 y debes seguir. Por un instante me sentí sólo en el auditorio, me olvidé de todo, de quiénes fueron conmigo y de quiénes estaban ahí y simplemente lloré hasta que la obra terminó. Habían pasado 14 años de la muerte de Kurt y fue sólo un instante…cuestionarme ese momento y darme cuenta que no era la solución.

 

En contraste, me veo sintiendo a R.E.M estas últimas semanas y ver a Stipe…nada de lo vivido es mentira y todo es verdad, pero simplemente es “seguir”. Más allá del punto al que llegó Camus de la revolución literaria como salida al dilema de matarlos a todos o matarse…me veo parado sobre la línea teniendo a mi izquierda a Kurt y a mi derecha a Stipe. Viendo la oscuridad de la ciudad entre las alas de las gárgolas y el rostro del Joker de fondo mostrando su carta. Si en verdad he llegado a la última frontera y no he cruzado las puertas, ¿qué hay detrás del escenario? Acaso todo se trata de brincar de acera y caminar otro rumbo. En este rumbo, tengo la sensación de que estoy andando sobre la línea roja marcada, al igual que en Max Payne I en la segunda pesadilla, cuando caminas por el abismo y la única guía es el rastro de sangre. Eres tú y la nada entre los gritos del recuerdo y el llanto del bebé, si caes mueres.  

 

Cuando regresé de Argentina me cuestioné por las palabras de Luis. Estaba aprendiendo a jugar la Wii sin haber comprado la consola. No había tomado la decisión de hacía dónde quería ir y espera obtener resultados. Ahora siento que esto es el siguiente paso de cuando te sientas espalda contra espalda con tu lado oscuro/soledad. La línea esta marcada. Las dos opciones están ahí y debes “seguir”. Ahora lo vivo en carne viva día a día, segundo a segundo. La ironía del caso, es que siento que estoy caminando pero no sé hacia dónde. La sensación es totalmente nueva en relación a momentos previos de incertidumbre…no me siento vacío, sólo reflexivo.  

 

Tenía razón…no es el fin. Ha pasado una semana desde que escribí estas líneas y estos días me han permitido cotejar bien las ideas. He pasado el fin solo en casa por haber decidido no haber ido a la fiesta y no salir con Corina. Cada tiempo que pasa me he visto en la necesidad de asimilar más y más mi lado oscuro…en esa misma medida sus espacios se han reducido y he sentido como puedo ponerle fecha y hora…desde una semana en la cual decido darle vista o tomarme un fin de semana “matando aviones”. Creo que mientras siga haciendo eso no habré dado el paso…debe haber alguna forma de asimilar mi oscuridad sin que implique horas de mí. Pero no sé, eso será sólo posible si las respuestas están a la mano o realmente encuentre un motivo externo a mí por el cuál dedicar todo sin importarme.

 

La charla con Corina fue muy grata…la verdad no sé si ella será o que demonios terminará pasando con ella, pero la verdad es que fui honesto al 100% conmigo mismo y con ella. Sé lo que ella espera de mí…es lo que me cuestiono que no tendré a los 40 si no cambio…y ella me ha hecho aterrizar para que vea la verdad de mí mismo. Cuando me dijo que era “inseguro” lo resumió todo. Si no tengo el motivo todo será hacerlo porque no quede de otra…asumo que cuando de el paso algo nuevo llegará. Es un sentimiento de sepia agria dentro de mí súper extraña…exprimir el último vestigio de lo que tengo dentro de mí y simplemente salir al día a día de calle…esto que estoy sintiendo es realmente la “deshumanización”…nunca antes me había sentido así por dentro.

 

Más allá de ser la puta del bar, más allá de tener sexo con alguien por dinero…es sacarle hasta el último extremo de olor que llevo por dentro. Me siento como el asesino de la novela de “El Perfume”…exprimiendo hasta la última gota los cuerpos y cabellos de sus víctimas para obtener el olor que no tiene…en este caso, mis víctimas han sido mis más cercanos…aquellos que me aprecian y han aceptado mi actitud…no soy más que un asesino como él y como Amanda de Saw.  

 

Lo que va de año ha sido un preparatorio de lo que debo hacer…si no hubiese vivido lo que he pasado estos meses no estaría dispuesto a dar los siguientes pasos…que honestamente no tengo ni las más remota idea de cuáles son. Sólo sé que debía volver a los tres puntos que escribí la semana pasada porque debía darles un cierre final. Es increíble que me haya tomado 14 años haber dado esa vuelta…siempre fue ayer y todo lo hecho fue consumado…el futuro siempre fue pasado. Estas líneas se están escribiendo…

 

Al final de la historia tenía razón (28-12-08). Hace casi un mes escribí estas cosas, las compartí con Nerio y tuve una segunda impresión de las cosas las cuales tuve conmigo al momento de ver a Luis. Por tercer año consecutivo Luis ha venido al país y la verdad es que una vez más nos encontramos ambos en el mismo nivel de vivencia y discusión cada quién en su peldaño de la escalera del laberinto.

 

Lo más grato de todo es que decirle todo lo que he asimilado desde que el vino en enero antes de mi viaje a Argentina ha sido sólo conclusiones que se visualizaban…al final de todo: “todo lo sé, sé que es verdad y cómo me demuestro a mí mismo que no me sirven cuándo ya sé que son lo son”. De una u otra forma, ambos llegamos a la misma conclusión. Estamos parados enfrente del abismo y más allá de lo que hay no hay nada, en este nivel.

 

El haberme dicho Luis acerca de la Teoría de las Cuerdas, me permitió acercarme a un punto de la física avanzada que no conocía a plenitud y si…ya no es el universo el que da su giro…son las cuerdas que vibran. Existencialmente hablando, sólo nos queda cruzar el umbral de las demás puertas hacia los giros de las escaleras. Cotidianamente hablando sólo me resta manejar las totalidades.

 

Son tantas las conclusiones que compartimos que es difícil plasmarlas todas…al final de todo hemos terminado ambos con las mismas palabras: “debo hacer esto y aquello, pero no sé cómo”…en una hoja en blanco de Word escribiendo la lista de las cosas que creemos que debemos hacer y de esa forma afinar la vista hacia cómo hacerlo. Pero después de todo, son nuevos mensajes en el contestador futuro.

 

El punto central es que hemos culminado un proceso de 30 años con sus vibraciones en fracciones de 1, 3, 5, 10 y 15 años. A cada corte de período nos hemos sentado de cara a la oscuridad para integrar, entender, asimilar, cuestionar, regurgitar, etc., etc., al final de todo, esto ha sido una sola conversación / vivencia de casi 15 años en donde nos hemos estado discutiendo los 2/3 temas vitales…en nuevas formas, experiencias, lenguajes, idiomas, países, anécdotas…pero siempre ha sido eso:

         ¿por qué no nos gusta la realidad? / ¿qué hay en nosotros que nos hace no hacer nada? / ¿cómo lograr lo que queremos versus cumplir con los mínimos sociales?

         ¿por qué es tan importante lo afectivo? / ¿existe la pareja – “maga” – compañera trascendental? / ¿amor? / ¿qué es lo que realmente nos llena para “existir”? / ¿cómo lograr el equilibrio?

         ¿cómo vivimos en el día a día? / ¿quién soy realmente cuando no soy yo? / ¿por qué no damos el paso de marketing social para vivir el día a día?

 

Por primera vez creo que he logrado escribir las preguntas…y como bien lo dijo Luis…no somos nada y por encima de ello, somos unos mediocres que malgastamos nuestras habilidad y lo que sabemos…palabras más o menos: muertos sin sepultara que decidimos no hacer/dar nada… ¿por qué?

 

El haber “cerrado” esta reunión con Luis una vez más, como pasó hace casi 10 años cuando estábamos en la universidad…una hoja en blanco una lista de cosas que creemos son las que deben ser sin tener claro el cómo y si al final llegaremos….continuamos con nuestras debilidad, procesos por culminar, zonas de confort, cosas por hacer, responsabilidades…Pero la certeza es única, sin un motivo externo completamente distinto a nosotros mismo, no habrá ruptura de procesos/ciclos…tal vez quien dijo que "el sonido de las cuerdas del amor son la melodía del universo" tenía razón…aunque no sé si sabía a plenitud tal como ahora sé que significa esa frase.

 

Pero el punto es que hemos comenzado un proceso de nuevos 30 años y ahora nuestro punzante que no nos deja dormir es vernos al espejo con 60-70 y ya tenemos un buen trecho de la “casa” en construcción… ¿estas bases / primer piso que hemos creado nos permitirán montar este segundo nivel?…el detalle es que empezamos por el final y siempre pensamos que lo demás era trivial, lo dejamos de lado y ahora resulta que es más importante de lo que llegamos a pensar.

 

Por alguna razón que someramente vislumbro, lo más seguro es que estaré en España a mediados de 2009…qué ha de pasar en este medio año que comienza para que termine allá. La última vez que viaje a Europa, fui yo el que decidió reunirnos en noviembre de 2005…luego de esa fecha, Luis ha venido tres veces hasta la fecha al país ¿volverá? Acaso él ya obtuvo las respuestas que necesitaba en sus retornos…acaso necesito ir yo ahora en pro de cotejas las respuestas con las que me vine en el 2005, acaso son las nuevas respuestas que tengo ahora las que me hacen acercarme de nuevo. Después de todo, es el juego de Confrontarnos vs. Confortarnos…ya la cuerda vibrará.   

 

Con el paso de los días si siento que esto fue un cierre de año…fue una real bajada del vehículo y chequeo de mapa, puesta de gasolina y compra de provisiones. No me siento vacío, completo, incompleto…sólo tranquilo porque sé que estoy donde debía estar. Todo está tan difuminado que no siento que realmente haya pasado 11 meses desde el último escrito…mi lista sólo queda darle continuidad/acción – invención y esperar que la cuerda vibre, cerrar el ciclo y escuchar el mensaje que estoy dejando hoy día. Sólo sé que todo esto ha sido un pequeño día más que suman cuatro de vida.  

 

 

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Diciembre 2007 (27-1-08)

Una vez más…un año más de vida, un día más en el universo. Otra hoja en blanco de Word y una excusa para darle nombre a las cosas y dejar el mensaje en el contestador. Mientras siga escribiendo o teniendo la necesidad de ello, quiere decir que aún no he llegado. Lo importante es que a medida que pasa el tiempo lo hago menos frecuente.

 

Definitivamente este año fue el año de lo imprevisto. Fue la continuación del 2006, pero ciertos eventos marcaron puntos de ruptura mayor no previstos. Por ello, la muerte o la sensación de su cercanía siempre estuvieron allí. Al final de todo recordé que todo esto es conducir un vehículo de noche por la carretera solo con la muerte de copiloto…haciendo las veces de Wilson, porque después de todo: el propósito en la vida es lograr el equilibrio.

 

Comencé el año viajando y terminé igual. El 2007 fue más extenso en vivencia que años previos. El haber escrito “Entre las Trabas de la Memorias” fue para mí la excusa para cerrar un ciclo que inició hace diez años. Espero que cuando esté llegando a los 40 recuerde este inicio, cómo estoy dando los primeros pasos y así tener una mejor visión de mi “yo futuro”.

 

Entre los imprevistos, recordando cuando escribí en diciembre de 2006 que me cuestioné sobre lo que vendría, vislumbraba al cine como una fuente de cachetadas y así lo fue… él complementó algunos imprevistos. En enero del 2007 empezó todo con SAW III y Diamantes de Sangre. Diciembre culminó con La Fuente, Luis vino a Venezuela y estuve en Buenos Aires. En algo tenía razón, tenia que volver de Argentina para empezar el 2008 y estando casi en febrero comienza para mí este año. El viaje me permitió cotejar ideas y planes, pero especialmente ver las cosas con las palabras de Luis en sus reflexiones.

 

Una vez más, me di cuenta que el problema no es hacer las cosas o dedicarles el tiempo necesario, sino que hay dos tres cosas dentro de mí que aún no he cambiado que me hacen no amar la vida al 100% y a partir de ellas dar el paso. Confirmé que dar el paso simplemente porque lo deseo no es la opción y si no tienes una real motivación externa totalmente diferente a uno mismo no lo haces.

 

Saltar en paracaídas fue el ejemplo de ello. Quería hacerlo, el momento se dio y sucedió…luego…una confirmación más del sentir lo que es la muerte. Estar en caída libre durante un minuto y no sentir absolutamente nada: fuera de ti, fuera de todo…no existe el tiempo y el espacio, no hay dios, muerte, demonio o vida…sólo la nada…y cuando la droga fluye tan fuertemente dentro de ti, sientes el jalón del paracaídas extendido que te hace frenar…ahora el punto es aterrizar.

 

SAW III me enseñó que no podía dejar un legado egoísta. Que no podía seguir porque lo que creía me convertía en Amanda…en otro asesino en serie más. Estar en una sala de cine repleta, mientras todos miraban el final con cara de trastorno, mientras yo estaba llorando porque sentía en la muerte de ella, la justificación de mi propia muerte. No soy nada, no soy diferente, no soy especial, sólo igual que un mendigo, un muerto sin sepultura, un zombie más detrás de la alambrada…eso lo había olvidado. Estaba alzado en mis propios hombros y si he de dejar alguna huella en este mundo, si he ser en un momento el “susurro del ayer”…eso lo decidirán ellos.

 

Diamantes de Sangre me hizo darme cuenta del error que estaba cometiendo. Hace años concluí que la solución e inicio de todo en mi vida sería irme del país. La verdad es que nunca hice nada pensando en ello. Dejé pasar dos momentos para dar el paso de iniciar ese proceso, pero no crucé la puerta. Si lo hubiese hecho, no sería quién soy ahora…pero no sé quién sería si lo hubiese hecho. Al ver en el personaje de Di Caprio su anhelo al borde de la desesperación por querer irse de África y ver al final que no debía irse, que su propósito era quedarse y por un instante ayudar a un padre y su familia, le hizo comprender su razón de vida y motivo de morir.

 

Verlo a él morir en la pantalla levantando con sus manos la tierra llena de su sangre, me hizo darme cuenta que debía desechar la idea de irme del país, no hacer nada por ello y esperar la vuelta del universo para morir acá…al final de la historia, nada llega cuando se busca. No he purgado lo suficiente este infierno como para poder irme de cero a otra paila. El punto no es tanto un tema de estar o no preparado, es un tema de dónde y cuándo debo estar… ¿por qué?, no lo sé…quizás cuando vea al padre y su familia corriendo hacia el avión mientras le disparo a los agresores lo entienda mejor.

 

La Fuente…en pocas películas la belleza y lo sublime se siente de principio a fin y fue hermoso llorar a profundidad toda la filmación. Nunca había visto mejor forma de visualizar el amor-muerte y la trascendencia. Fue cómo saltar de nuevo en paracaídas, ser atropellado de nuevo, la ausencia de aire bajo el mar viendo el sol colarse entre la broma de las olas y saber que estas en la profundidad…sentirme nada-muerto y simplemente llorar hasta no parar…despertar inconciente en la orilla de la playa.

 

Dos cosas fueron ciertas en el 2007, la muerte y la normalización. Y son las que marcaran la nueva etapa que inicia.

 

Cuando Luis me dijo que su dilema era cómo “normalizarse” sin dejar de ser, me dije ¡sí!…no estaba equivocado, ese es el siguiente paso. El punto no es decir estoy esperando la mujer con la cuál casarme o la gótica que me destroce la vida. El punto es decidir cuál quiero y en función de ello actuar. Es algo tonto, una “pavada”, pero mi negativa a decidirme hacia cuál extremo tomar nacía de la convicción de que cada decisión que he tomado simplemente me garantiza dos o tres años de circulación.

 

Quizás no tengo la suficiente fuerza para lanzar las piedras más lejanas y darme períodos o ciclos de vida más extensos, pero comparando con los “hermanos”, el tiempo parece ser ese. Por tal motivo, asumí que era mejor esperar que llegara y luego asumir la situación…la verdad es que la solución es al revés: decidir cuál, cómo quieres ser y actúa en consecuencia…estaba aprendiendo a jugar Wii sin tener la consola jajaja.-

 

La ironía es que esa piedra dio su giro y escuchando a Luis, volvimos a aquella conversación aquella noche cuando estábamos en Valencia-España en la cocina del apartamento cinco años atrás, donde él mismo me dijo (hablando de Matrix Reloaded), que la clave es la Pitonisa. Ella es la que está clara de todo, ella es la que sabe el papel de cada uno en el juego, ella juega sin dejar de ser ella misma y al final en la tercera parte de la película (que sería estrenada casi seis meses después), debe terminar con ella como la pieza clave. No es Neo, ni Morfeo, ni el Agente Smith ni nadie más…la clave dentro de la Matrix es la Pitonisa porque es quién sabe, tiene real conciencia y quién juega hasta las heces y sacrifica todo para lograr el fin de la guerra.

 

Seis meses después al ver el final de Matrix Revolutions, recordé esa noche. Ver a Neo morir y luego a la Pitonisa contemplar el amanecer de un nuevo mundo me hizo comprender que sólo soy sangre para la tierra y que quizás alguien me recuerde o no. No somos la diferencia. La gente no cambia, sólo se adapta porque necesitamos sobrevivir. Entre lo que en algún momento decidimos ser y lo que el día a día nos permite…lo demás es marketing y protocolo para mostrarnos a todos y hacer que nos vean de una u otro forma, pero en el fondo…somos los mismos. Eso es normalizarse, ser la puta más cotizada del bar y tirar con todos los clientes que queramos, pero salir de ahí en la madrugada de vuelta a casa y darle un beso a nuestra hija por la cual lo hacemos y no dejar de ser la bella persona que somos por dentro…estar sin estar, muriendo todas las noches…"las putas dicen que no".

 

El punto no es cómo hacer, dónde, si es irse del país o lo que sea…el detalle es encontrar un motivo diferente a uno mismo para darle el empujón, lo demás se crea sólo. La verdad es que no dije nada nuevo…sólo que ahora, en está curva del tiempo y en este nuevo ciclo-retorno, parece ser que hay que hacerlo de una vez por todas. A este nivel ya sabemos que lo único que podemos cambiar es a nosotros mismos, la guerra contra el mundo es etérea, el rumbo hacia el abismo está trazado y es cuestión de tiempo. Siempre habrá alguien que pensará las cosas dos veces gracias a algo que dijimos o hicimos…pero la verdad es que miramos al frente y sentimos que el reloj comienza una ligera cuenta en reverso.

 

Y he allí la pregunta, más que legado dejar al mundo, qué legado nos dejamos a nosotros mismo cuando tengamos 60-70-80 años. Mirarnos al espejo y cuestionar aquel que decidí ser, aquel que vive en la isla de ese “yo” de cara a la realidad que quiero llegar… acaso ¿sigue siendo el mismo? No lo sé, sólo sé que he tomado un par de decisiones, no sé si son tachar cosas pendientes del pasado y al final serán como las previas. Lo hice, listo y luego todo sigue igual…son cosas pendientes de quién era, de quién soy o seré o debo ser…no lo sé. Al final de todo, sólo lo sabré cuando las termine…."el futuro es pasado"

 

Definitivamente el viaje a Argentina-Uruguay fue productivo. En ningún viaje previo fuera del país sentí tanta paz. Fue bueno hacer una antesala para culminar de morir allá. Pude afinar las preguntas y aclarar más las respuestas. Descubrir una vez más en cada ciudad su lugar de soledad y sentirme allí. Plasmar en una foto el instante y recordarlo a futuro. Fue hermoso recorrer Buenos Aires con Sabato y Cortázar a mi lado. Más que nunca viví y caminé cada novela y cada palabra en los lugares donde los personajes sintieron sus dilemas.

 

Para mí fue menos que inevitable recordar las palabras de Sabato: “Cuando perdemos el sentido con el cual hemos vivido, volvemos a los lugares donde hemos planteado angustiosas interrogantes acerca de la existencia”. Haber llegado a Santos Lugares a la casa de Sabato fue hermoso. Lástima que estaba enfermo y no estaba recibiendo visitas, pero el solo hecho de estar cerca de su espacio hacerle saber a través de su enfermera que alguien lejano vino a conocerlo creo que fue suficiente…de haber charlado con él la única palabra que hubiese dicho sería gracias.

 

Tantas cosas que decir del viaje, gente, recuerdos, formas, acciones, lugares y sentimientos…fue hermoso haber compartido ese pequeño instante con aquella chica en Florida. Ella parada en medio de la calle luciendo un disfraz de una versión de “yo” bajo un nombre de dama vampiresa haciendo alusión a la “condesa sangrienta” Erzsébet Báthory de Transilvania. Haberla amado con el simple cruce de miradas que ante un par de monedas me devolvió su afecto y sentir del mundo con un pequeño papel que entregaba a quién le dábamos dinero…leer sus palabras y decirle gracias…fue hermoso ese instante de amor. Un pequeño poema; quizás de su inspiración, quizás tomada de alguna escritora, lo que importa es que me hace sentir vivo:

 

Perdí la brújula que me diste

Esa que te tomaba como norte

La perdí en un mar de sensaciones

Iba a atravesar el miedo

Y la aprisioné contra mi pecho

La seducción susurró en mis oídos

Y perdí la sensación corporal

Junto con la brújula que me diste

Y el deseo me pasó por encima

Me pasó por encima la pasión

Y después la culpa y el dolor

Las aguas se aquietaron y la vi

Vi cómo se empezó a hundir

Y seguí mirando…

Hasta que se perdió en las profundidades.

 

Indistintamente de todo, el destino no existe. Siempre ha sido y es lo que recogemos de nuestras decisiones. Estamos como Hanzel y Gretel “perdidos” en el bosque, dejando migajas para mantener el rastro…pero terminamos siguiendo nuestras propias huellas. Un año más que le doy la razón y comprendo mejor “12 Monos”.

 

En este “Cubo” que hemos creado y dentro del cual vivimos, la vieja “Rayuela” de Cortázar vuelve a mi ser:  jugar con la muerte, entre la cordura, la vorágine social y el suicidio, tratando de ser “normal”… mientras lanzo las piedras y salto hasta que llegue al número donde haya caída alguna, ver alrededor y seguir. Casi unos meses, unos años… hasta ahora mis piedras más lejanas han sido de tres años. Todo es un “eterno retorno” frente a “la insoportable levedad del ser”…somos nuestros propios carceleros…somos “Abbadón”. Gracias Sabato.

 

Después de todo, termino el 2007 contento y bien porque siento que culmina una etapa y comienzo este año con ánimos, emoción con la sensación de reseteo y nuevas ganas…y ahora más que nunca el 2008: tercer día de vida.

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Dic. 2006 (28-12-06)

Siempre que culmina el año y me siento ante una hoja en blanco o su versión virtual en Word, comienzo con las mismas palabras…este año fue más que un año y fue mucho más que lo vivido en el año anterior.  Pero este año prefiero decir gracias, porque sería mentira decir lo contrario. Han pasado tantas cosas y cada mini-etapa, cada momento y cada persona (vieja y nueva), que este año ha sido lleno, abundante y rebosante. 

Definitivamente este 2006 ha sido la continuación de los finales de los dos últimos años…como el final de la película del Náufrago: en la carretera, con el mapa, tres vías, Wilson de copiloto y la decisión en las manos. La soledad fue purgada y ahora somos dos sentados en la silla dentro del cuarto oscuro, espalda contra espalda. La juventud fue vivida y la niñez asimilada…quedan vestigios de lo fui, que a veces se manifiestan en un capricho, una palabra inocente o un simple juego de computador, pero el hecho es que el punto sin retorno ya no se vislumbra por el retrovisor.  

Las palabras de este año tienen inicio y fin en sendas frases de dos grandes personas: Nerio y Mariale. “el año de las primeras veces”…“esto es sólo el comienzo”.  Parece mentira, pero siempre en las peores situaciones uno logra sacar de sí las mejores cosas y las mejores ideas. Como dijo Viktor Frankl, el ser humano es un ser que puede fabricar cámaras de gas o entrar en ellas musitando una canción. Como le dice Hagrid a Harry Potter al final del libro del Cáliz de Fuego, “lo que tuviera que llegar, llegaría, y ya habría tiempo de ponerla la cara”.  

Hay cosas que si no las hacemos no somos quienes somos, y me es inevitable no dejar las notas de lo que ha sido este año. Cuando esta etapa empezó, en noviembre del año pasado, viajé a España porque necesitaba ver a Luis para renovar fuerzas y cerrar aquel ciclo. Al ver su mirada confirmé que debía hacer lo que tenía pendiente y ya sabía, que ese era el camino y que me había dado una pausa de 2 años. A veces siento que esa pausa era necesaria y en otras siento que perdí mi tiempo. Pero quién fuera ahora si no fuese por ese lapso de tiempo. Año tras año, el beneficio de la duda. La bendita duda razonable y su cara negra: la sensación de que el reloj de arena de agota.  

El tiempo pasa y con la sensación de un nuevo inicio la juventud vuelve y las puertas se aceitan a la espera de que las abra…aunque siempre quedan algunas con la llave puesta. Como siempre he dicho, hay que esperar a ver si jugué bien la misión anterior y pasé a la siguiente en las mejores condiciones… al final siempre John Mirra nos esperará en el espejo para decirnos “bienvenido al siguiente nivel”, y volveremos a las dos grandes interrogantes: quién soy y cuál es el dilema de Mona Sax.  

Regresé a Venezuela con la convicción de darme la oportunidad y en ese instante todo comenzó. Aprendí a manejar, cambié a un mejor empleo, cambié de actitud, comencé a estudiar inglés, conocí a nuevas personas y crecí profesional y personalmente. A mitad de año en junio, volvió Luis al país tras 5 años. Para mí fue grato verlo de nuevo y poder haber vivido esa noche en donde nos reunimos Nerio, John, Luis y yo. Cuatro destinos y un camino: “La hermandad de la buena muerte”. Verlo de nuevo fue entregar mi diario de tareas y al ver en su mirada el gesto de vas bien aunque no sabemos a dónde es, me confirmó mi situación en la Playa y estar en la carretera con Wilson.  

Entre vivencias y anécdotas ver a Desorden Público, la 5º Estación y a Shakira en concierto, fueron actos de salir de mi mismo. Disfrutar por unas horas instantes de emoción y de sentido de la vida. Escuchar cada canción que ha sido alegría, tristeza o llanto, que como dijo Camus: “si no soy capaz de volver a escribir esto, no aprendí nada”…llorar mientras Shakira cantaba “No” fue volver a mis raíces. Como cada domingo en la noche: la música de fondo, un cigarro y un café, la espuma y la afeitadora viendo mi rostro a través del espejo antes de decidir que continuaré. Cerrar los ojos, respirar profundo, sentir la canción a fondo y deslizar la afeitadora por mi piel. Una día más, un fin más, una semana más…un lanzar los dados apostando en mi contra todo o nada. Pero es allí en donde “Verónika decide morir” y yo he decidido continuar. 

Pero esos momentos hacen falta, como el Spiderman negro entre la lluvia, la noche y solo en la punta de un edificio. Como Di Caprio en el Aviador desnudo y con la chiva, para al final pedir un par de zapatos y retornar a la “vida normal”. Veamos que nos trae el cine y Spiderman 3 el próximo año.  

Hay muchas cosas que a lo largo de este año han estado presentes, pero en escritos previos han quedado selladas. Definitivamente, más allá de los instantes de niñez que reviví jugando Hitman, recordé una vieja lección: la muerte es inevitable, el asesinato es innecesario y no es la respuesta ante el absurdo. La clave en la vida está en lograr los objetivos sin ser visto…algo que me enseñó la pitonisa de Matrix. Sólo resta escuchar los gritos del silencio para continuar. Como la película de “The Leyend the 1900” estoy metido en mi barco tocando el piano, pero aún no he bajado y recorrido las calles plenamente. Un año en la vida del ser humano es un día de vida…sólo queda la constancia y cultivar la paciencia y esperanza en los rincones de la desesperación.  

Pablo tiene razón: “si se puede”…“nosotros debemos estar locos porque no puede ser que 20 o más personas piensen igual y uno no”. Pero esa es la gran verdad de Proust: “habían dos caminos en el bosque y yo tome el menos transitado y eso me hizo diferente”. Una vez más lo que pasó este año y lo que será el que viene queda en palabras de alguien cercano, en este caso de Claudia: “cuando ya sabía las respuestas me cambiaron todas las preguntas”… y eso es el día a día. Siempre cito estas palabras de Camus a fin de año, pero coño es la verdad o por lo menos resume la mía: “No hay amor a la vida sin desesperación de vivir”.  

Este año volví a ver a Sabrina y a Yolima. Sabrina en un cierre de un ciclo de 3 años el mismo día que tres años atrás pasé la última noche con ella. Yolima en un cierre de un ciclo de 2 años. En ambos encuentros confirmé lo que siempre he dicho y di fe a las palabras que le dije a Nerio cuando él volvió a ver a Marilú: “cuando se quiere a alguien se quiere para siempre”. Cuando el vínculo es el amor, el tiempo que se pasa sin ver a alguien nunca existe, y cuando ocurre el reencuentro, es sólo sentir el lenguaje corporal y decir un par de palabras para ponernos al corriente.  

Alejandro Sanz siempre tuvo razón: “la distancia no es cuanto nos separa, la distancia es si no volvemos”. Pero la verdad es que el tiempo ha pasado para mí y en ellas también y lo vivido fue amado hasta los extremos y sólo queda el recuerdo, el saber que alguien deambula en el metro con un pedazo de mi y yo con dos pedazos de ellas…como un par de tatuajes o la maleta de Bugs Bunny con los sellos de Kansas, Boston, New York, Cleveland jajaja.   

El arte de convivir con los demás. Suena fácil pero para quién como yo, que decidió que no le gusta este mundo, no es tan sencillo. Aún es tiempo de cosecha, lo malo es que a veces olvido que semilla coloqué jajaja. Pero esos momentos de auto ceguera son los mejores porque se salta al vacío…lo que siempre dijo Luis: “el arte de joderse uno mismo la vida”. El miedo, el poder, ser el amante guerrillero, estar solo, pensar en que será en unos 30 treinta años, pensar en lo que se desea, el día, la noche, el querer no hacer nada y hacerlo todo o simplemente quedarse en la oscuridad “matando aviones” y “perfeccionando la visión nocturna”…son sentimientos encontrados de alegrías y penas…un dominó de fin de semana entre iguales y dejando las palabras y sentimientos a unos cd’s y una cuba libre jajaja. Pero nuevamente eso ya fue dicho, a lo Luis: “taxonomías de sentimientos”, a lo Nerio: “somos de penes sensibles” jajaja…me siento bien porque puedo reírme en este instante de mis dolores, mientras escucho “Tu” con los ojos humedecidos.  

El año que viene será repasar la bitácora del capitán. Olvidar lo que sea necesario y mantenerme en lo que sea adecuado. Siento que nos vienen grandes cosas. Este año terminó de pasar lo que tenía que pasar y el 2007 es el alba a una nueva etapa. El 2005 fue el año de lo posible y en verdad las luces poco a poco entre la sombras se presentaban y cuando surgía un chance invertía el tiempo necesario y al poco tiempo dieron sus frutos. Siento que comencé a hacer las cosas. La experiencia en StatMark fue muy enriquecedora, no sólo por las personas que conocí, sino porque me permitió volver a mí mismo en muchas cosas. 

Como me dijo Luis en España y aprendí de Carolina, no hay que olvidar los orígenes. En verdad StatMark lo sentí como un purgatorio, un retroceso. Con el tiempo respiré profundo, levanté la vista y comencé a empujar de nuevo mi piedra hacia la cima de la colina y las cosas funcionaron mejor…sólo fueron 9 meses, pero pude comprobar cosas de mí mismo, de los demás, formas de pensar, actuar, trabajar y aunque muchas veces me sentía con el agua en el cuello, en el momento que menos traté de evitar ahogarme llegue a MindShare…y como siempre, cuando conozco a alguien o llego a un sitio o una situación es el fin de una etapa y comienzo de una nueva: entre las sombras de la noche que aún no termina y los brillos del amanecer que está llegando…el susurro del ayer. 

En este punto es inevitable recordar a García Márquez: “Dios quiere que conozcamos a las personas equivocadas para que después conozcamos a la correcta” ¿Es este el empleo, la situación, la gente, el momento, la puerta que debí cruzar?…no lo sé y hasta que no cruce el camino no lo sabré…1, 2 o 3 años, quizás 5…sólo sé que esta noche sólo estoy levantando la vista y contemplando los planetas y las estrellas que el cielo me muestra. Quizás veo una estrella que murió antes que este planeta existiera y aún viaja su luz por el espacio, tal vez nunca lo sepa…pero la verdad es que cuando relea esto en un tiempo no muy lejano, tendré la respuesta más cerca. “Sólo sé que no sé nada” y sigo aprendiendo, todos los días, cada día y son “Las Horas” las que marcan la diferencia…sino soy capaz de llorar de nuevo todo fue en vano.  

2007: Día dos del calendario…Al final de todo, sigo entre las dos líneas con las que cerré los últimos dos diciembre: pasar la página y continuar la marcha solo.

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«A la primera persona»

Alejandro Sanz:
 
A la primera persona que me ayude a comprender
pienso entregarle mi tiempo, pienso entregarle mi fe,
yo no pido que las cosas me salgan siempre bien,
pero es que ya estoy harto de perderte sin querer (querer).

A la primera persona que me ayude a salir
de este infierno en el que yo mismo decidí vivir
le regalo cualquier tarde pa’ los dos,
lo que digo es que ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.

El oro pa’ quien lo quiera pero si hablamos de ayer:
es tanto lo que he bebido y sigo teniendo sed,
al menos tú lo sabías, al menos no te decía
que las cosas no eran como parecían.

Pero es que a la primera persona que me ayude a sentir otra vez
pienso entregarle mi vida, pienso entregarle mi fe,
aunque si no eres la persona que soñaba para qué
(¿qué voy a hacer? nada).

¿Qué voy a hacer de los sueños?
¿qué voy a hacer con aquellos besos?
¿qué puedo hacer con todo aquello que soñamos?
dime dónde lo metemos.

¿Dónde guardo la mirada que me diste alguna vez?
¿dónde guardo las promesas, dónde guardo el ayer?
¿dónde guardo, niña, tu manera de tocarme?
¿dónde guardo mi fe?

Aunque lo diga la gente yo no lo quiero escuchar,
no hay más miedo que el que se siente cuando ya no sientes nada,
niña, tú lo ves tan fácil, ¡ay amor!
pero es que cuanto más sencillo tú lo ves, más difícil se me hace.

A la primera persona que me ayude a caminar
pienso entregarle mi tiempo, pienso entregarle hasta el mar,
yo no digo que sea fácil, pero, niña,
ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.

A la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas,
yo no pido que las cosas me salgan siempre bien
pero es que ya estoy harto de perderte.

Y a la primera persona que me lleve a la verdad
pienso entregarle mi tiempo, no quiero esperar más,
yo no te entiendo cuando me hablas ¡qué mala suerte!
y tú dices que la vida tiene cosas así de fuertes.

Yo te puedo contar cómo es una llama por dentro,
yo puedo decirte cuánto es que pesa su fuego,
y es que amar en soledad es como un pozo sin fondo
donde no existe ni Dios, donde no existen verdades.

Es todo tan relativo, como que estamos aquí,
no sabemos, pero, amor, dame sangre pa’ vivir,
al menos tú lo sabías, al menos no te decía
que las cosas no eran como parecían.

Y es que a la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas,
niña, tú lo ves tan fácil, ¡ay amor!
pero es que cuanto más sencillo tú lo ves, más difícil se me hace.

A la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas,
yo no digo que sea fácil, pero, niña,
ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.
ni siquiera dónde estar.

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El Lado Oscuro

Por muchos tiempo mi corazón se ha manifestado de diversas formas antes las mujeres que he amado, pero al mirar la película Argentina del "Lado Oscuro del Corazón", su personaje principal y cada uno de los diálogos, frases y poemas recitados, entendí mejor porque he amado de la forma que lo he hecho. Comprendí los desamores y las partidas, las huídas y los regresos y cada instante en que mi corazón me ha hecho llorar…pero como inicia y termina la película…he sido irreductible en una actitud y una forma de establecer pareja que hasta el momento creo que es la más conveniente…el tiempo me enseñará.
 
"Me importa un pito que las mujeres tengas los senos como magnolias o como peras de higo. Un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportar una nariz que se ganaría el primer premio en una exposición de zanahorias. Pero eso sí, y en esto soy irreductible, no les perdono bajo ningún pretexto que no sepan volar. Si no saben volar pierden el tiempo conmigo".
 
Años atrás el problema de la soledad en pareja lo entendí gracias a Cortázar y a dos mujeres…el fin de sus relaciones me hizo enfrentrar ese demonio y aceptarlo en mi ser y vivir junto a él. Dos soledad nunca podrán unirse…una relación de pareja nunca es la excusa para evitar la soledad y mucho menos el complemento que hace falta…es sólo acompañarse a estar solo en pro de un objetivo común que nos supere y nos motive a ambos a ser más que nosotros mismos cada quien solo y cada uno junto.
 
La soledad es un juego de aceptarse a sí mismo y estar sentado espalda contra espalda en una sola silla tu y ti mismo…tu lado blanco y tu lado oscuro…tu fuerza y tu miedo…tu espíritu y tu carne…tu razón de vivir y tu motivo para morir…como la máscara de Géminis que lleva a ambos lados los rostros uno alegre y otro triste, el equilibrio interior se logra cuando se acepta que el día a día comienza con sentar a dos personas en una misma silla en un cuarto sin luz.
 
Nunca se puede ser uno mismo todo el día y al 100%…y en ese juego de balanzas sutiles y de acomodos en la silla, el amor tiene un valor de apoyo, soporte, retoque, limadura de esquinas, sentimientos desbocados que hacen olvidarnos y llevarnos a un espacio superior fuera de nosotros mismos…es al arte de encontrar una compañera de viaje: entre caminar en la carretera solo con el pulgar pidiendo que nos den un aventón o ser nosotros los choferes y ver pasar a quienes nos piden detenernos con su dedo.
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