Una vez más siento la necesidad de escribir. Siento honesto, el año pasado no tenía esa sensación/necesidad que tengo en este momento. Por un lado, es una sensación/necesidad de haber acumulado una diversidad de eventos que me hacen percibir que el tiempo avanzó. Han sucedido cosas que me permiten hoy tener la sensación de distancia, de haber vivido cosas que me dan longitud y percepción de retrospectiva.
Releyendo lo que escribí en Diciembre 2011, afirmo la conclusión que tengo hoy: en aquel entonces escribí que el fin del 2011 era el cierre de un ciclo de 10 años y precisé 10 aspectos por venir. El 2012 fue un profundizar esa vuelta de órbita con la muerte de mi madre y siento hoy cierre del 2013 y comienzo de 2014 que realmente volví a lo que escribí aquella vez y es en dónde estoy ahora.
Siempre he dicho que tenía 2 o 3 años de vida de diferencia entre mi edad biológica versus la social debido a los años que invertí hace tiempo en mis dilemas existenciales. Hoy día puedo decir que sumo 1 año más a esa cuenta de años en “blanco”. El año 2012 no existió para mí. Poco tiempo después de haber escrito esa reflexión de Diciembre 2011 mi mamá empeoró en su cáncer y tras un mes de agonía falleció en abril 4 días antes de su cumpleaños 56.
Tras su muerte todo el proceso de digerir su ausencia, me sumergió es un limbo espacio-temporal en donde me sentía reiniciado por dentro. Hubo un mezcla de sensaciones, vivencias, reflexiones, anécdotas, que honestamente todas ellas las puedo tratar de englobar en tratar de decir que sobrellevar esa experiencia es dejar que ella misma te viva. Que ella sea la que te guíe, te oriente, te lleve a los sitios, espacios, personas, yoes y formas de actuar que nazcan.
La verdad es que con el tiempo me di cuenta que la muerte de mi mamá me limpio por dentro. Limpieza que conllevó a una revisión de piel de toda mida vida, formas de reaccionar, prioridades, formas de pensar, sentir, gustos, aficiones, demonios, alegrías y formas de purgar mis peos. Fue una mezcla de tristeza, novedad, sin sabor de boca, nuevos sabores, limpieza por dentro, formateo, inercia, reconocimiento que las cosas que más me llenaban ya no lo hacían, pero al mismo tiempo mantenerme en automático con la rutina sin ninguna sensación o percepción de tiempo.
La verdad es que cuando tomé conciencia que me sentía mejor, tras una semana de vacaciones laborales, donde me dejé sumergir y llevar por lo que sentía, el año se acabó. Cuando me di cuenta era un “feliz año 2013”, cuando “ayer” estaba diciendo “se acabó el 2011, feliz 2012”. Honestamente, esa sensación de “pasó un año, que no sucedió”, me llevó a transcurrir el 2013 ideando que realizar, que retomar o que hacer. Sin percepción alguna de espacio/tiempo, este año que pasó me hizo darme cuenta que la revisión de mi vida venía de un “día ocho” que era un año cero.
Transcurridos estos 12 meses, me dio cuenta hoy, que tengo la sensación de haber pasado un año y al releer lo que dejé atrás hace dos años, siento que estoy en ese sendero. El año de la muerte de mi madre ha sido una profundización de esas cosas y que al final, he vuelto a ese sendero que dibuje en 10 aspectos que ha sido fruto de los años previos. Me pregunto ahora: ¿realmente uno cambio? ¿Acaso el ser no es más que una reafirmación de lo que uno es? Sabato siempre tuvo la razón: nada es casual. Sea cual sea la razón última, lo que resta de mi vida de ahora en adelante necesitaba que mi mamá no estuviera físicamente conmigo. Se abre el compás con mi padre, y en esta nueva etapa su presencia está y estará más viva/presente.
Hay muchas cosas ocultas entre los párrafos previos que espero evocarlos cuando relea esto en un futuro…y si, es grato volver a estas líneas tras el fin del mundo maya y ver que el mundo sigo igual, no pasó un coño…pero el que cambió fui yo.
Una vez más Luis está presente en su distancia, al darme cuenta que la principal conclusión de mi escrito previo fue: Ver en Luis el espejo futuro en donde la clave es la capacidad de resolver los problemas operativos y al mismo tiempo la construcción de un espacio familiar. Me alegra que Luis encontrara en Olga ese espacio que tanto anhelaba y próximamente su hijo/Victor estará entre nosotros. En mi vida, esas dos frases: capacidad para resolver problemas operativos y construcción del espacio familiar…si tengo que decir todo en una línea es eso y aquí dejo de escribir.
Grato haber vivido/cerrado el ciclo Dexter…en aquel entonces comenzando la 6° temporada, hoy día conocida la 7° y el final de ese personaje que me guio por muchos senderos. Hannah Mckey. Igualmente el Doctor Who, su enigma y el complejo de la chica imposible. Before Mindnight: pasar del amor romántico a la vida de pareja y ver en esta tercera entrega el paso de 18 años (1995 – 2013)
El resto de mis puntos previos los siento hoy como un gran aspecto en forma de abanico: soledad, amistades, familia, pareja, mudanza, etc., son simplemente parte del paquete operativo/construcción. Es indudable que el haber conocido a Paola fue el momento adecuado en donde estaba lo suficientemente avanzado en el post muerte de mi madre, pero al mismo tiempo llegando al límite de donde yo mismo podía avanzar a un ritmo personal.
Definitivamente, la segunda parte de este año de la mano de Paola, me he permitido llegar a dónde estoy ahora. Tras haberme sentido depurado por dentro y de haber probado y dejado atrás tantas cosas, la llegada de Paola puso en evidencia la tozudez y lo desvencijado que tenía mi mundo emocional. Tantos años sin una relación como la que comenzó con ella, me permitió revisar, depurar, lijar, barnizar, etc., esa pata de la mesa que no sabía que necesitaba cuidar y verdaderamente ella ha hecho que aflore en mi un conjunto de elementos y yoes, que necesitaba mirar, compartir con ella para poder estar hoy acá con esta sensación.
Me siento bien porque este año pude cerrar ciclos, terminar cosas y sentir que avanzaba (culminar el postgrado, defender la tesis, avanzar laboralmente, académicamente con las clases y el seminario, etc.) Quizá la principal inquietud o miedo hoy día, es que no sé si el combo operativo/construcción se desarrollarán sin mayores percances, porque a fin de cuenta son cosas que depende de mis propias capacidades. Pero en definitiva, será esta una etapa de 2 o 3 años antes que vea a Luis…no lo sé. Quizá el equivalente es que Paola podrá conocer a Luis en su viaje.
Hoy día siento que me he dado cuenta que había retomado el camino que dibujé en mi cierre previo, pero con mayor vivencia, certeza y convicción. Siempre viviré con la sensación de la “primera vez” sin mi mamá o las siguientes veces de mi rutina de vida sin ella. Hoy día la entiendo más porque ella hablaba poco de mi abuela, pero en sus últimas 3 semanas de vida mi mamá y yo compartimos tanto que pudimos hacer un buen balance, aprendizajes y vivencias de nuestras vidas, que en redundante decirlo, pero hasta mi último día la tendré presente aunque no sea en forma consciente.
En resumen: siento que dentro de mi hay un abismo del año que no existió y estoy reconociendo los puentes que lancé de lo que quedó de aquel lado del “Gran Cañon”, a este nuevo lado. Miro al frente y veo poca claridad, pero mucho espacio y oportunidades…de aquellas 10 líneas, reafirmó las mismas haciendo énfasis en la línea inicial: la clave es la capacidad de resolver los problemas operativos y al mismo tiempo la construcción de un espacio familiar.